San Josemaría en Barbastro

Los padres

Los padres

José Escrivá y Dolores Albás se casan el 19 de septiembre de 1898 en la Catedral de Barbastro. Establecen su residencia en una casa de la calle Mayor, esquina con la Plaza del Mercado. San Josemaría nace el 9 de enero de 1902 y recibe una profunda educación cristiana. Tuvo cinco hermanos: Carmen, Santiago, Asunción, Dolores y Rosario. Los Escrivá son bien considerados y queridos en Barbastro, donde tienen muchos amigos y una extensa familia. Su posición económica es desahogada y su futuro parece prometedor.

La enfermedad

La enfermedad

A los dos años enferma de gravedad. Los padres prometen llevarle en peregrinación, si sanaba, a la ermita de Torreciudad. El niño se recupera enseguida y los padres cumplen la promesa. La enfermedad no le deja secuela alguna, convirtiéndose en un niño fuerte, despierto y observador.

El colegio

El colegio

En 1908, al terminar el parvulario, debido a «su aplicación y buen comportamiento» recibe un premio en un concurso de virtudes infantiles organizado por el Obispado de Barbastro. Ese mismo año comienza su etapa escolar en el colegio de los P.P. Escolapios de Barbastro, que fue el primero que estos religiosos abrieron en España. En la iglesia del colegio, toma la Primera Comunión el 23 de abril de 1912, día de san Jorge, patrono de Aragón. En 1912 comienza el bachillerato,

La mudanza

La mudanza

Esta es una mala época para la familia, con la muerte de tres de las hijas, entre 1910 y 1913, y la quiebra del negocio familiar, en 1914. El padre vende la casa para pagar a los acreedores. En 1915, el padre se va a trabajar a Logroño, encargándose de la gestión y relaciones comerciales del negocio de tejidos de don Antonio Garrigosa y Borrell. La madre se queda en Barbastro con los hijos, hasta terminar el curso en los colegios. En septiembre de ese año, la familia se muda a Logroño. San Josemaría no vuelve residir en Barbastro, aunque conserva siempre un gran afecto por la ciudad en la que nació y pasó su infancia.


Soy muy barbastrino y trato de ser buen hijo de mis padres. Déjame que te diga que mi madre y mi padre, aunque hubieron de salir de esa tierra, nos inculcaron, con la fe y la piedad, tanto cariño a las riberas del Vero y del Cinca.